Diario de una secretaria al cuadrado

jueves, 31 de mayo de 2012

Día 11.

Jueves ya. No te imagino marujeando, no tienes pinta de poner lavadoras. Siempre vienes rodeada de un halo de glamour que me impide ver más allá. De todas formas la vida laboral es un poco como el Hola, que sólo vemos a la gente con sus mejores galas y siempre pensamos "habrá que ver a esta recién levantada". Pues eso, habrá que verte marujeando.

Último día de la jornada continuada. Casi me he comido el arroz con gusto, mira tu. Y eso que creo que hasta que termine el cole voy a tener que seguir comiendo allí. Pero al menos no es una obligación, es una necesidad. Hoy hemos hecho un desayuno de pasillo en el despacho de las Madrugas-Jesterfeyers... Han quedado miguitas de mi bizcocho y la rubia y yo nos hemos acordado de ti y tu cucharilla. La abuela (maritoñis) seguía con Bankia y Urdangarín. La Jesterfeyer empeñada en que ella tienes los brazos gordos. Me recuerda al culete de otra. En fin, una animada charla sin más y ya se acabaron las celebraciones del cumpleaños, que ni la Reina de Inglaterra ha celebrado tanto tiempo seguido los 50 años de reinado.

Sin noticias de Elisa todavía. La planta 2 no asoma por la planta 1. Miguel de Domingo preguntó hoy por ti y la Cochinilla Algodonosa también. Allí seguimos como una mesa de tres patas... inestables.

Buenas noches, american housewife.




PD: A lo mejor Emma y su equipo van al Campeonato de España Base de Rítmica...

Día 10. Mi día F

Día 10. Ya soy más mayor, pero estoy menos plof. La edad nunca me importó y no me iba hoy a estropear el día. Ha salido el sol, los pajaritos han cantado y he cumplido años.  ¡Qué más se puede pedir!

Sigue sin pasar nada de nada. Parece que el tiempo se ha parado desde hace una semana. Nos faltan un par de moscas para parecer una de esas gasolineras del cañón del colorado que aparecen en las pelis americanas. ¡Qué quieres! No nos vamos a inventar el trabajo. Me han llamado mil amigos y he hablado con ellos como si estuviera en mi casa. Un lujo. Para salir de este tedio en el que nos hemos instalado, hemos hecho un picnic, pero no un picnic cualquiera. Ha sido un picnic pink. Te he mandado una foto para que no se te olviden nuestras caras, pero hoy estás muy calladita. Como siempre nos hemos puesto moradas y hemos soplado las velas la Madruga y yo. Mañana haremos un desayuno de pasillo con bizcocho donde segurísimo te echaremos de menos, yo al menos. ¿Quién se va a comer las miguitas con una cucharilla? Pero esto no te exime de invitarnos a tu vuelta. Tráete un Appel pie. 

Destacable: Que no se nada de ti... que siento haber estado ayer tan pesimista, pero para eso también están las amigas, para que una pueda desahogarse, y para saber que a veces vamos en el mismo barco, aunque el mío sea una canoa y el tuyo un trasatlántico. Lo mejor de todo lo que pasa es que no pasa nada, recuérdalo.

Buenas noches, americanitos




PD: Esta no es evidentemente mi edad, es el nivel que quiero que me des :-).