Diario de una secretaria al cuadrado

sábado, 2 de junio de 2012

Día 12



Viernes. Nuestro segundo viernes. El primero fue triste porque todo estaba revuelto y Martina muy dolorida. Ahora estamos ya hablando de pintauñas verde. Ya te dije que a peor era difícil, que tuvieras fe. 

Hoy el día ha sido igual que el de ayer, y que anteayer, y que toda la semana. No recordaba yo tu otra ausencia tan aburrida. La rubia ha estado de "Codi" y supongo que Guillermo y Pilar también. Ya te dije ayer que la planta 2 no visita la 1. No se dónde ha quedado ese desfile de hombres que tenemos a diario. Está claro que lo tuyo es levantar pasiones y lo mío guardarte la puerta. Sólo me quieren para que les deje pasar. Es penoso saber que en vez de super-secretaria, soy la super-portera. Yo sí que necesito un pintauñas de 8 dólares para digerir esta noticia. 

Creo que Elisa está estupenda después de su operación. La sólo idea de que el fichaje no funcione la hace resurgir de sus cenizas. ¡Qué mujer! 

Vamos a prepararnos porque seguro que el próximo viernes no estaremos tan contentas, porque aunque todo va a salir bien, tu nenita volverá a sufrir, y yo también lo haré con ella y contigo. Sabes que la energía nada y espero que la estés acumulando ahora que no la necesitas, para que puedas tirar de ella el martes. Cada vez está más cerca el final de todo: Martina dejará de sufrir, tus nenitas dejarán de estar sola, tu despacho dejará de estar sombrío y yo dejaré de escribir. Nos falta el último empujón.


Buenas noches, americanitos.



PD: Dile a Martina que mi marido sí que protesta por la fisioterapia... un flojo.