Se acabó el chocolate. En algún sitio de este blog te dije que nada era eterno, el humo se esfuma, el café se enfría... Sin chocolate en la maleta esto deja de tener sentido. Pronto podrás volver a recuperar la visión de tu vida, la de siempre, no de esa casual que a ratitos te toca vivir. Y ya no hará falta que te la cuente con mis ojos y con mis palabras. La vivirás tu en primera persona. Me da pena. He pasado muy buenos ratos contigo a través de estas líneas. He mantenido los ojos abiertos y los cinco sentidos alerta para que no se me escaparan los detalles que te devolvieran por un rato a la realidad. Nada es eterno.
Nos espera una semana llena de emociones, sobre todo a ti. Y no por volver al mundo rojo, que allí la emoción la disipa un "Melón" en tres cero coma dos. Sino por volver a tomar las riendas de tu vida y ser dueña de nuevo de tus nenitas, tu casa, tu calle, tu coche, tu aire. Y la emoción de no haber vuelvo con ella... Se que podrás soportarlo porque a peores toros te has enfrentado, pero es que cada vez que cruzas el charco nada sale según lo previsto. No te vamos a dejar nadar nunca más!!!!
Sabina escribió una canción, que se llama CERRADO POR DERRIBO, que a mi me gusta especialmente. Por eso la he utilizado para poner fin a esta chaladura que se me ocurrió el día que nos dijiste que te ibas. Ahora se que puedo cerrar esta etapa porque ni tu ya eres la Secretaria General ni yo soy la Super-secretaria. Hemos subido un escaloncito. Somos Ana y Karoline. Nos hemos convertido en personas con nombre. Es más importante de lo que crees, al menos para mi.
Ha sido un placer que hayas compartido conmigo una parte de Ana.
Hasta pronto, americanitos.
PD: La próxima vez, mete unas bragas.
